lunes, 13 de febrero de 2012

POR Y PARA SIEMPRE CAPITULO 21

Esta historia es de María en su blog "Letras de hielo y fuego"
Espero os guste y dejéis vuestros comentarios.


POR Y PARA SIEMPRE 
Summary: Bella pierde a su familia en un accidente, cuando se va a vivir con su tía se encuentra con un nuevo chico en el instituto, pero pronto se dará cuenta que no es como los demás,  es como ella... diferente.


CAPITULO 21

Aunque Rosalie se negó a contestar alguna de las cientos de nuestras llamadas, pude hablar con Alice. Y después de contarle lo que había pasado con Rosalie y... Leah, la convencí para que pasara por casa con Jasper.

Los cuatro pasamos una noche divertida, comiendo, nadando, hablando y viendo pelis malas de miedo. La verdad es que fue agradable pasar una noche relajada con mis amigos, casi me pude olvidar de Rosalie, Leah, Tanya, la playa... y todo lo que había pasado esa tarde.

Casi pude olvidar la mirada ausente que tenía Edward, cuando creía que nadie lo miraba.

Casi olvidé la preocupación que se palpaba en el ambiente.

Casi. Pero no del todo.

Cuando todos se fueron, le pregunte a Edward si se quedaba conmigo esa noche. Y aunque le insistí que Esme no estaba en la ciudad, Edward solo se quedó conmigo hasta que me dormí.

Luego se marcho sin hacer ningún ruido.

Así que cuando me desperté por la mañana, y lo encontré en la puerta de mi habitación con una bandeja con café y magdalenas, y una sonrisa en el rostro, no pude sentirme aliviada.

Tratamos de llamar a Rosalie otra vez, incluso le dejamos un par de mensajes en el contestador de vos, pero no hacía falta tener poderes para darse cuenta que ella no quería hablar con nosotros.

··························

Después de haber pasado el día tumbados en las hamacas y nadando en la piscina, me decidí por volver a llamar y pedir otra pizza. Pero antes de marcar el primer número, Edward me quitó el teléfono de las manos.

-Me gustaría hacer la cena

-Sabes cocinar?

-Dejaré que seas tú quien decida- me contestó con una sonrisa

-Necesitas ayuda?

Edward me respondió con una movimiento negativo antes de dirigirse hacía los fogones, así que mientras yo me fui a ducharme y cambiarme.

Cuando me llamó a cenar, me quedé sorprendida al descubrir la mesa del comedor. Estaba preparada con la mejor de las vajillas de Esme, manteles de lino, velas, y un gran jarrón en el centro, repleto de tulipanes rojos.

-Mademoiselle.. - dijo con un perfecto acento francés, mientras me retiraba la silla para que me pudiera sentar.

-No puedo creer que hayas echo algo así

-Es todo para ti

-Solo para mi? Tú no vas a cenar?

-Claro que si, pero casi todo lo echo para ti. Una linda chica no puede alimentarse a base de pizzas.

-Te sorprenderías..

Me eche a reír, mientras cortaba un jugoso trozo de carne, y me lo llevaba a la boca. Mientras comemos, y aprovechando que Edward casi no probó bocado, aproveche para formular algunas preguntas.

Le pregunté cosas que siempre había querido saber de él, pero que cuando me miraba a los ojos se me olvidaban. Cosas sobre su familia, su infancia, las mudanzas constantes, lo de vivir solo..

Le pregunté porque sentía curiosidad, pero también porque me parecía extraño estar saliendo con alguien sin conocerlo apenas.

Cuanto más hablábamos mas me daba cuenta de las cosas que teníamos en común. Los dos éramos huérfanos, aunque él desde mucho antes que yo. Y aunque me dio pocos detalles, no podía decirse que yo tuviera muchas ganas de hablar de mi situación, así que no le presione demasiado.

-Entonces.. que lugar te gusta más?

-Este- dijo sonriendo

Edward apenas había comido nada, pero se le daba muy bien lo de marear la comida de un lado al otro del plato.

-En serio, soy muy feliz aquí- me respondió mientras miraba mis ojos

-Y no eras feliz en Roma, París, Nueva York?- de pronto sus ojos se llenaron de una tristeza extraña, y apartó la mirada para dar un sorbo de su extraña bebida de color rojo.

-Que es eso?- le pregunte mientras observaba la botella

- Te refieres a esto?- dijo mientras sujetaba la botella en alto- es una receta secreta familiar.

La mezcla parecía una combinación entre vino, sangre y algo brillante.

-Puedo probar?- no sabia muy bien si quería hacerlo, pero sentía curiosidad.

Edward sacudió la cabeza.

-No te gustaría, sabe a medicamento. Probablemente es porque es medicamento.

Sentí un nudo en el estómago, mientras lo miraba con la boca abierta, y pasaban por mi mete, una serie de enfermedades incurables, molestias graves..

“Sabía que era demasiado bueno para ser real” pensé

-No te preocupes. En ocasiones me quedo corto de energías, y esto me ayuda- me dijo mientras reía y me agarraba la mano.

-Y.. de donde lo sacas?

-Como te he dicho, es una receta familiar- dicho esto se levantó de la mesa- Nos damos un baño?

-No se supone que hay que esperar una hora después de haber comido?- le pregunté mientras lo miraba con detenimiento. Sin embargo, él soltó una risotada y buscó mi mano.

-No te preocupes, no permitiré que te ahogues.

No hay comentarios:

Publicar un comentario